¿Qué otra necesidad que no sea verte reír?
No hay sentido en este orden sin la ansiedad al estar esperando verte pasar,
de quererte decir al oído que te extraño
y mirar inciertamente en los puentes electrónicos caminos al calor en tu cama
mira al cielo y dime en donde, ¿donde puedo encontrar un sentido?
Caminar a la expectativa de volar, como sea, donde sea
un polvo de sonidos sintéticos para suplantar las probabilidades de tu rechazo,
empaparme en una lluvia de sueños que no llevan a ti,
en compañía de maldiciones silentes que cantan del universo ¿Sabes?
Los beats devoran todo,
devoran mi hambre y en nubes de tiempo me entrego al calor
como si éste fuera real,
las mordidas en los labios me recuerdan que vivo estoy,
que malditamente vivo estoy,
-extranjera llévame y olvidemos en los cielos de tu mirar,
no perdamos el tiempo, déjame entrar, jugar, silencio...
juguemos, bailemos en los ritmos de sopor...
Noches, noches pasan en este extraño juego donde el morir es vivir,
concentrarte en las imágenes, para deleitar a un publico que no encontraras
en el palco de los ordinarios “dimesydiretes”
noches de serpientes de sonidos que vuelan entre soles de incienso,
los ojos cerrados para condensar el magma que es aquel escándalo
en el que habitamos sin oírnos nombrar... tú, si tú
Noches, deliciosas noches de sangre,
sin mi ansía de ti, solo noche para entender eso: “el sentido”
el día se vuelve un caótico juego de azar
¿cuando llegué frente al ordenador?
Miro el atardecer y se despejan los vuelos fugaces, se despejan los efectos,
un segundo, miro el monitor, y me alejo, arranco los cables sujetos a mis venas,
a volar, a volar con plomo para olvidar que ya no te amo...
que ya no te necesito...plomo para volar sin ti.
