El cielo rojo a la caída de la tarde recuerda que el año comienza con la constante expectativa de sangre y fuego,
1984 quedo ya un tiempo atrás y la guerra ficticia sigue encubriendo la sangre del pueblo y la única guerra real, batalla de siglos, el sistema y sus bestias contra la población, contra la humanidad; el recuerdo de interminables crisis recurrentes; y ésta crisis que nos toco vivir, los precios crecen y con ello la distancia para alcanzar el pan del día siguiente; nuevos y viejos ciclos de erróneos cálculos del tiempo que no detienen el querer amar.
La víspera, cientos de reyes magos, disfraces sonríen, se toman fotos, y pretenden escuchar los sueños plásticos de pequeños niños, hijos aún bastardos de la televisión; los reyes magos adoran a un dios, el más incomprendido, le rinden pleitesía desprovista de conciencia. A su entender, el altar es propio, y se ven a la noche, bebiendo, comiendo, riendo de la "cordura" que el mismo dios les otorga a los que siguen el camino de migajas. El altar es al espejo, que no refleja nada, donde cada cual encuentra lo que quiere, 276 canales, programación para toda la familia.
A la vez miles y miles de niños dejan el día de trabajo atrás y emprenden el camino a casa, para comer un taco y descansar el cuerpo, rematado por el sol, el mismo sol que alimenta la cosecha del patrón; es el mismo sol que amando a la tierra ha nutrido a la humanidad durante millones de años, es el mismo sol que por la mañana nuevamente ahuyentó al ya de por si ausente sueño del poeta, para empujarlo a la calle, a recorrer sus fantasías, sus luchas, a mirar a sus demonios acechándolo por toda la ciudad, para al atardecer leer en el display "me encontré a la mujer que te hace sufrir" el impulso, marcarle a la mujer que lo hace sufrir para decirle que no tiene mucho que decir -Quería ver como estas- y no decirle lo único que realmente muere por decirle -Te amo ...- resuena en su interior mientras se sumerge a los azares del insomnio, el lápiz y el papel.
La noche se hace y con ella los globos portadores de cartas y esperanzas de niños mexicanos se pierden en la obscuridad del inconsciente infantil, y algún día, la historia observara como esos sueños brotan de las manos de un hombre y una mujer para conquistar su libertad, la tierra, su dignidad arrebata durante siglos de cruenta guerra difuminada por la maquina ideológica del sistema.
Con la noche brotan los espectros, vendedores y vendedoras de sudor y saliva, compradores de amor a la caza de algo que acabe el hambre espiritual, el hambre de carne y sudor, de palabras tiernas o de gritos de odio -dime perra-; vagabundos buscando algo que tal vez acabe de a ratos el hambre, la física, el hambre de tortilla y frijol.
Las bestias (curas, profesores, dictadores, presidentes, doctores, policías) celebran la ultima fiesta conmemorativa del nacimiento de Cristo, la escusa; mientras, los que pagan la noche de los reyes magos, los que empeñan, se endeudan, sudan y encallan sus manos a lo largo del tiempo, terminan con sus ahorros, y al alza de precios se preguntan ¿Cómo llegar a la quincena?; las bestias se preparan para el discurso, los agradecimientos, las palabras de esperanzas del futuro, los odios hipnóticos encontrados en falsas palabras de amor y solidaridad, el dios-espejo habla a través de todos ellos, y el ser, espectador delega.
Éste es el mundo que ha creado ese dios espejo, el dios sobre el que el ser humano ha delegado todo, el ser no creó a dios a su imagen y semejanza, pero le otorgo, todo lo que pesa sobre su cínica-comodidad, y hoy la salida, el multiverdoso color del campo, la inmensidad del mar, la densidad del cielo nocturno o la claridad del azul del día, la risa sincera de la infancia esta siendo sepultada por esa creación del hombre, de la cual se niega a tomar responsabilidad.
El dios dinero no nos dará otra Gaia, a cambio de ella nos pagara con cielos grises, aguas negras, tierras infértiles, miedos, espejos, y te dividirá en dos de tal forma que ya no puedas soñar cuando duermas, pues en tus sueños, se hará real tu peor pesadilla, abrir los ojos.
Tal vez a lo largo de la noche el hambre de los vagabundos se sacie; y el ansía de amor del comprador de amor se satisfaga; niños encontraran justo lo que querían abajo del árbol; otros conscientes comprenderán la pobreza familiar y aprenderán a agradecer el esfuerzo, conociendo el amor sincero; los padres de familia ante un futuro obscuro encontraran satisfacción en la sonrisa de los suyos. Y otros tantos niños más no pensarán en reyes magos y al salir el sol caminaran al campo, a pizcar, sembrar, limpiar terrenos, a la esperanza de alcanzar el taco y la noche y con ella el sueño emancipador, el que recorre ciudades y campos, detonando edificios, abriendo fuego en la selva, amando.
Y quizá a lo largo del año el sueño rabioso empiece a impulsar esa infancia que habita en la mente hacía la acción de más mujeres y hombres, y así pongan sus pasos hacía el camino de la libertad.
pd. En enhorabuena por todos los que se dan el tiempo o dan sus vidas para abrir el camino a la risa infantil, a la justicia, a la libertad, a la autonomía, a las aspiraciones y potencialidades de la conciencia humana...
