la lluvia no controlaba el fuego,
el cielo se veía rojo,
¿sabes?, el cielo de la ciudad.
El asfalto se sentía vivo,
pocas veces se percibe así,
solamente despues de unos miles de pasos,
de miles de nosotros a un ritmo.
Solo así el asfalto refleja vida,
refleja el clamor,
la lucha por la vida, el cambio,
la dignidad, la lucha.
Las masas, los rostros, las consignas,
la victoria se respiraba por cada poro,
la victoria era cada impulso eléctrico
a travez del cuerpo, la victoria eramos las masas.
En ese segundo, habíamos vencido,
todo quedaba atrás gracias a nosotros,
ese segundo era el presente,
era la visión del futuro que construiamos.
Ese segundo acabó con una luz en el cielo,
terminó con un dedo ansioso y desesperado sobre el gatillo,
con el crugir del aire,
con la primera gota roja sobre el asfalto tan vivo.
Despues hubo muerte y violación,
luchamos contra macanas, francotiradores y tanques,
luchamos contra pantallas, música,
desinformación y modas,
La batalla no ha parado,
siempre llegan mas uniformados,
nosotros seguimos gritando, soñando,
con el fin de la guerra de los siglos, guerra que ganaremos.
Vinieron otros, la resistencia crece y crece,
no paramos de aumentar las filas,
las trinchera llenas están,
solo falta una chispa.
Esa chispa eres tu, si tu,
el que esta en medio del campo de batalla,
esa chispa es un destello de tu alma,
una decisión ¿Tu y el uniforme o tu y Ella?
Ella esta con nosotros, Tonantzin
alimenta nuestros sueños con sus cielos y mares,
sus colores y texturas,
alimenta nuestra ira con sus gritos, con su llanto.
...Ella esta con nosotros
y la victoria es nuestra
