miércoles, 24 de marzo de 2010

El viejo y sabio caminante ha sido llamado a nada

El viejo y sabio caminante deslumbraba
iba borracho de miradas cabizbajas, huidizas,
se postro frente al
                    /vitral de la iglesia
                         /el aparador
                               /la ventana
                                  /el espejo
                                     /la entrada
                                         /la salida
las miradas parecieron detenerse cuando grito ¡ NUNCA MÁS !

En la mano la piedra que ha traído
consigo el viaje entero,
desde aquella tarde, noche o día,
la piedra de aquella montaña incierta
donde se encontró consigo mismo
el lugar desde donde viajo
para reencontrarse sin éxito
salvo en parciales nostálgicos
destellos de tiempo, hasta ahora
que gritaba y arrojaba con fuerza la piedra,

En el momento de arrojar la piedra,
parecía todos los presentes,
parecía nada, parecía todo:
el estudiante, el anarquista, el comunista,
el obrero, la prostituta, el amante, el padre,
la madre, el esclavo, el obrero, el artista,
el empresario, el guerrillero, el odio, el amor,
el medico, el intelectual, el silencio,
la mujer que lucha.

El golpe fue espectacular,
el vitral/ el espejo/ el aparador/ la salida/ la entrada
se quebró
parecía un cielo estrellado
que nacía como nube del impacto,
se formaba de los pedazos de vidrio
suspendidos en el aire.

Cuando el efecto acabó
y la noche de vidrios
se perdió en el calor del día,
todos reconocieron al viejo,
al caminante, al pordiosero
al viejo loco desnudo de la vuelta de la esquina...

lunes, 22 de marzo de 2010

(Revuelta)^n : EL GRAN EXCESO

Quizá una mascara impide
que del juntar de nuestros labios
brote un caudal de espejos
donde nos reconozcamos desnudos
y transparentes miradas
se perfilen justo al nivel,
donde las mentes se expanden
a través del planeta,
donde una aceptación mutua
nos libere para entendernos.

Mira a través de la ventana,
mi voz quiere ser guerrilla,
mi voz quiere ser terror,
mi grito y el trazo de la pluma
serán violencia del sentir
tus labios: que mi ser se vio
exponencialmente en revuelta
rebelión y revolución,
cuando en tus ojos
me quise hacer una prisión.

En tu mirada veré
a Babilonia en llamas,
mientras de una honestidad
espontáneamente eterna
te haré saber que tus labios
alcanzaron a ser música en mi cuerpo
y tu sembraras placer en mis caricias,
donde encontraremos
toda fuente de ReBeLDIa
sin negar el GRAN EXCESO
que solo una noche que trasciende
órbitas y habita en plural es.