las que evaden el contacto con otros ojos,
cual si estos robaran la vida al ver,
la velocidad desatada fuera de la banqueta,
el asfalto hirviendo bajo mis pies,
el viento arañado por los autos
mantiene la temperatura a un nivel,
que parece casi soportable,
casi, por que no hay otras vidas,
no hay perros, aves ni ratas,
tan solo desposeídos- "poseedores".
Los ritmos cambian de local en local,
cantinas, restaurantes, cantinas,
multivariados negocios y estaciones de radio,
músicas, ebrias carcajadas, mascaras.
¡Cuantas conciencias hay! Vidas, mentes,
¿Será parecido ver con otros ojos?
¿Pensar en otro cuerpo?
Un mar de ellos se meten bajo tierra,
otros abordan transportes,
otros tantos se mantienen en la banqueta,
y pareciera que compartimos caminos,
y compartimos espacios, lugares,
que llevan a mas lugares,
compartimos el asfalto caliente,
el aire viciado, el incesante parloteo de los altavoces,
¿Cuántos sueños compartimos?
Una mirada se atreve a verme a los ojos,
nos miramos, ella quiere sonreír, yo también,
nos dejamos atrás, el mundo vuelve a andar,
el silencio es roto nuevamente,
las miradas de los uniformados,
buscando el detalle, cazando el momento.
Los otros, cuantas historias,
que se ahogarán en bits,
en alcohol, en sudor, en miel,
o en el mismo ruido.
¡Cuantas historias, que no importan!
Tan solo compartimos lugares
que llevan a mas lugares.
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