sepultando caminos insurrectos,
en prisiones se condena a hermanos,
inercia de un sentir que no quiere ser
una luz en el tiempo de la tierra.
Entre esos muros, la injustica da lugar
a una rabia incontrolable,
entre esos muros, no muere libertad.
La libertad muere en el silencio,
en la hipocresía y el cinismo,
espejos del miedo que devora las venas
de seres ajenos al silencio que ríe,
cuando el hambre es saciada
entre hermanos.
En esos muros, los ideales se hacen fuertes,
y sus lagrimas nutren una indignación,
en esos muros, nuestros hermanos no están solos.
Solos se encuentran aquellos,
esos que buscan ser reflejo valiente
frente al televisor,
esos que admiran y temen
una justicia ciega que todo lo ve.
Dime ¿Cuándo fue?
¿Cuando tuviste que aplastar la libertad
para así conservar tu comodidad?
Dime cuando decidiste conservar la cárcel,
el día que viste paz en una prisión mental.
Imagina, una chispa brota de ti,
el fuego, y el diluvio torrencial,
que aplastaran los muros
que te sirven de resguardo de tu propio ser,
cuando veas una flor naciendo de las ruinas,
a ella si podrás llamarla libertad.
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