Magnánima sombra que liberas
del desgarrado silencio en los espejos,
dime en donde ésta ese sitio del universo,
donde no existen los días y sus leyes de luz,
donde no existe más que la esencia
insignificante del ser,
que se hace latente en tus cielos
salpicados de estrellas distantes.
Tu que osada rebelas la inmensidad,
y al sol: infame figura afortunada,
en las plegarias de la humanidad,
que en un mínimo latido,
y con el mismo sol
como primera fuerza en el espejo,
se observa gigantesca.
Noche, devuélveme las horas de insomnio,
para hallarme perfecto en la obscuridad,
única realidad del cosmos
que siento en una gota del roció
hija de tu diáfana penumbra;
así como en el frió, amante
en tu vida de luna nueva.
Noche, no encuentro la muerte
prometida cuando al calor de la hierba
susurraste a mi oído, verdades depuestas
del sueño por la vanidad del ser.
"Tú no eres nada, sino un espejo
a la luz del día,
solo en la obscuridad eres
todo lo que queda en tus sentidos,
bebe la sangre de tu amada
y entrégame la tuya en luz de plata,
y prometo la muerte más sublime,
del desgarrado silencio en los espejos,
dime en donde ésta ese sitio del universo,
donde no existen los días y sus leyes de luz,
donde no existe más que la esencia
insignificante del ser,
que se hace latente en tus cielos
salpicados de estrellas distantes.
Tu que osada rebelas la inmensidad,
y al sol: infame figura afortunada,
en las plegarias de la humanidad,
que en un mínimo latido,
y con el mismo sol
como primera fuerza en el espejo,
se observa gigantesca.
Noche, devuélveme las horas de insomnio,
para hallarme perfecto en la obscuridad,
única realidad del cosmos
que siento en una gota del roció
hija de tu diáfana penumbra;
así como en el frió, amante
en tu vida de luna nueva.
Noche, no encuentro la muerte
prometida cuando al calor de la hierba
susurraste a mi oído, verdades depuestas
del sueño por la vanidad del ser.
"Tú no eres nada, sino un espejo
a la luz del día,
solo en la obscuridad eres
todo lo que queda en tus sentidos,
bebe la sangre de tu amada
y entrégame la tuya en luz de plata,
y prometo la muerte más sublime,
envuelto en la realidad que es tinieblas"
3 comentarios:
En los espejos escuchó los gritos de rabia, de dolor, de coraje. Gritos que allanan mis oídos y niegan la quintaesencia de mi ser...
Soy Anochecer buscando amanecer... sin insomnio de tus recuerdos.
Bebe mi sangre, mastica mi carne... mátame con tus versos
la luna mira curiosa asombrada de tal explendor al sol distante y lejano en algun lugar del cosmos;
el sol que posee el calor y el brillo del amante ardiente ha sido concebido en la piel de la luna, no como un reflejo sino como una verdad, pues siempre será su eterna mante que vive y muere en la obscuridad;
... ellos en el eclipse se deboraran uno al otro, en medio de la sombra, en medio de la nada, al filo de la locura, iluminando los crepúsculos,eternos hasta detener los tiémpos en medio del humbral entre la luz y la sombra...
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